Estamos acostumbrados a acaparar, a poseer, consumir. Nos creamos necesidades, más de las que realmente son necesarias. Tener, tener, tener, .... Tener un coche, una casa, una gran hipoteca, un buen trabajo, ..... Consumir y nos cuesta renunciar a ello.
Ya lo dice el refrán "No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita". En ocasiones es necesario dejar atrás peso, lastre, necesidades que nos creamos y que impiden que seamos felices y disfrutemos de lo que hacemos, de lo que tenemos y de la compañia con la que estamos.
Ganar dinero, un mejor trabajo, tener tiempo libre, tener pareja,.... pero no siempre conseguimos todo lo que queremos. A veces, es necesario renunciar a algo. Hay que buscar el equilibrio entre lo que deseamos y lo que realmente podemos hacer. Quizás algunas cosas las pospondremos para otro momento o de forma definitiva. Hay que ser consecuentes con nuestras decisiones. Un puesto trabajo con mayor responsabilidad comporta un mayor salario pero dispondremos de menor tiempo libre. Nosotros decidimos.
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