El volver a la rutina después del período estival nos supone un cambio al que cuesta adaptarse, incluso puede aparecer irritabilidad, insomnio, ansiedad.
Para evitar este malestar lo mejor es ver la situación de una manera positiva, buscar formas positivas de ir superando el llamado "síndrome postvacacional". La vuelta al trabajo es inevitable pero ¿por qué en lugar de lamentarnos hacemos alguna cosa para ver esta vuelta como algo positivo? Pensemos, por ejemplo, en lo que podemos hacer, ir, comprar,..... gracias a ese trabajo.
La finalización de las vacaciones no tienen que ser un punto y final al verano, de lo bien que lo hemos pasado. Volver a casa después de unos dias fuera de ella, o simplemente estando en casa pero sin tener en cuenta el reloj para llegar a tiempo al trabajo no quiere decir que ya se acabó la diversión. Pasear, reunirnos con los amigos para las vacaciones, ver alguna exposición, ir al cine,... son algunas de las actividades que podemos realizar y que ayudan a una vuelta más llevadera.
Un truco: incorporarse al trabajo a mitad de semana para que el fin de semana esté más cerca y no se haga la vuelta tan dura.
"El ser negativos no nos va a ayudar".
Otro truco que se puede hacer servir es el de mentalizarse poco a poco del regreso, incorporarse al trabajo con unos objetivos fáciles de conseguir al principio, un plan de trabajo alcanzable y poco a poco ir aumentadolo.
Esta sensación de inquietud nos puede durar unas dos o tres semanas. Si pasado este período de tiempo todavía se tiene angustia, irritabilidad, etc, puede que sea otro problema y se necesite la ayuda de un profesional para superarlo.
Pero ante todo: la positividad es nuestra mejor arma!